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20 Cosas que ver y hacer en Sarajevo

Sarajevo: La Ciudad de las Mil Historias

Sarajevo no es solo una ciudad; es una confluencia de historias, un cruce de caminos donde Oriente y Occidente se encuentran, se mezclan y a veces chocan. Llegar a Sarajevo es adentrarse en un laberinto de tiempos superpuestos, donde cada rincón susurra relatos de guerra y de paz, de convivencia y de conflicto. Aquí, en el corazón de los Balcanes, la vida palpita con una intensidad única, y en este relato, te invito a descubrir las 20 experiencias que harán que te enamores de esta ciudad inigualable.

1. Paseo por Baščaršija

Comienza tu aventura en el barrio más antiguo de Sarajevo. Callejuelas adoquinadas, tiendas de artesanía, y el aroma del café bosnio en el aire. Baščaršija es el alma de la ciudad.

Situada en el corazón del casco antiguo, Baščaršija fue fundada en el siglo XV por Isa-Beg Ishaković, el primer gobernador otomano de Bosnia. Este barrio no solo es un centro comercial, sino también un testimonio viviente del pasado multicultural de Sarajevo.

2. La Biblioteca Nacional

Un edificio renacido de sus cenizas. La Vijećnica, con su arquitectura austrohúngara, es un símbolo de la resistencia de Sarajevo. Inaugurada en 1896, fue el orgullo de la ciudad hasta que, durante el asedio de 1992, fue devastada por un incendio que destruyó más de dos millones de libros y documentos invaluables. Este acto de destrucción fue un intento de borrar la memoria cultural de Sarajevo, pero en lugar de eso, la tragedia convirtió a la Vijećnica en un emblema de la indomable voluntad de la ciudad.

Restaurada a su antiguo esplendor, la biblioteca no solo alberga libros, sino también exposiciones y eventos que celebran la rica herencia cultural de Bosnia y Herzegovina.

3. El Puente Latino

El Puente Latino, situado sobre el río Miljacka, es un lugar cargado de historia en el corazón de Sarajevo. Este puente otomano del siglo XVI es famoso por ser el escenario del asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria el 28 de junio de 1914, un evento que desencadenó la Primera Guerra Mundial. Ubicado cerca de la biblioteca nacional y el casco antiguo, este puente conecta historias de imperios y conflictos, y sigue siendo un punto crucial para comprender el turbulento pasado de Sarajevo. Hoy, los visitantes pueden caminar sobre sus piedras y reflexionar sobre los eventos que cambiaron el curso de la historia mundial.

4. Mezquita Gazi Husrev-Beg

Una joya del siglo XVI. Su minarete se alza sobre la ciudad, recordando la profunda huella otomana. Aquí, en el corazón de Sarajevo, la herencia cultural se mantiene vibrante, invitando a los visitantes a una experiencia de introspección y admiración por la historia compartida de la humanidad.

5. La Catedral del Corazón de Jesús

Un contraste de fe. El catolicismo y el islam coexisten en una danza histórica que define a Sarajevo. La Catedral del Corazón de Jesús, con su arquitectura neogótica, no solo es un lugar de culto, sino también un símbolo de la diversidad y la tolerancia que han caracterizado a la ciudad a lo largo de los siglos. Al entrar, los vitrales te envuelven en un juego de luces y colores que invita a la reflexión. La catedral ha sido testigo de innumerables eventos históricos y sigue siendo un refugio espiritual en el corazón de una ciudad que se les ven las heridas.

6. El Túnel de la Esperanza

Un recorrido subterráneo que salvó vidas durante el asedio de Sarajevo, que tuvo lugar entre 1992 y 1996 durante la Guerra de Bosnia. Una visita aquí es comprender el coraje y la resistencia de sus habitantes.

7. Mercado de Markale

Escenario de tragedia y vida cotidiana. Hoy, un lugar para sentir el pulso de la ciudad y probar sus sabores. Pasear entre los puestos de frutas frescas, verduras, y productos locales es una inmersión en la vida diaria de los sarajevitas. Aquí, cada sonrisa de un vendedor y cada intercambio comercial es un recordatorio de la resiliencia y la capacidad de la ciudad para encontrar la belleza en medio del dolor.

8. Museos que Narran la Historia

Sarajevo alberga una serie de museos que son esenciales para comprender su historia reciente y su resiliencia. La Galerija 11/07/95 ofrece una conmovedora exposición sobre el genocidio de Srebrenica, mientras que el Museo de la Infancia de la Guerra relata las experiencias de los niños durante el conflicto. El Museo de Crímenes contra la Humanidad y Genocidio 1992-1995 documenta las atrocidades cometidas durante la guerra, y el Museo de Historia de Bosnia y Herzegovina brinda una perspectiva más amplia sobre la evolución del país a través de los tiempos. Cada uno de estos museos ofrece una ventana a las luchas y triunfos de la nación.

9. El Inat Kuća

La “Casa de la Obstinación”. Un símbolo del espíritu sarajevita, trasladada ladrillo a ladrillo para no -ceder ante el progreso. Ubicada a orillas del río Miljacka, frente a la Vijećnica, la casa fue movida en 1895 cuando el gobierno austrohúngaro necesitó el terreno para construir la biblioteca. Su propietario, Benderija, exigió que su casa fuera desmontada y reconstruida exactamente igual al otro lado del río. Hoy, Inat Kuća es un restaurante donde se puede degustar cocina tradicional, mientras se contempla la historia viva de la ciudad.

10. El Cementerio de los Mártires

Un lugar de reflexión. Las tumbas blancas recuerdan a quienes cayeron durante el asedio. Situado en el barrio de Kovači, cerca de la fortaleza amarilla, este cementerio ofrece una vista panorámica de la ciudad. Es aquí donde yace Alija Izetbegović, el primer presidente de Bosnia y Herzegovina, junto a muchos otros que dieron sus vidas por la libertad. Este espacio sagrado no solo honra a los caídos, sino que también cuenta la historia de una ciudad que ha soportado y sobrevivido a uno de los conflictos más devastadores de Europa reciente.

11. Café en el Sebilj

Una fuente otomana en el corazón de Baščaršija. Un de las postales de la ciudad. Sentarse aquí es ver la vida pasar en todo su esplendor. El Sebilj está ubicado en la plaza principal del casco antiguo, rodeado de edificios históricos y el bullicio del mercado.

12. La Sinagoga Ashkenazi

Sarajevo es también un crisol de culturas judías. La sinagoga, ubicada cerca del puente Drvenija, es un testimonio de la presencia judía en la ciudad desde el siglo XVI. Construida en 1902, la Sinagoga Ashkenazi es la única sinagoga activa en Sarajevo y uno de los pocos lugares donde la comunidad judía, que alguna vez floreció antes de la Segunda Guerra Mundial, todavía se reúne para practicar su fe. Durante la guerra, muchos judíos de Sarajevo fueron deportados y asesinados, pero la sinagoga sobrevivió y hoy en día se erige como un símbolo de la persistencia cultural y la memoria histórica.

13. Avenida de los Francotiradores

Un nombre que duele. Caminar por esta avenida es un recordatorio de la violencia que sufrió la ciudad. Ubicada a lo largo del bulevar Zmaja od Bosne, se extiende desde el centro de la ciudad hasta el aeropuerto de Sarajevo. Durante el asedio de Sarajevo (1992-1996), esta avenida se convirtió en una trampa mortal, donde los francotiradores serbios disparaban a civiles que intentaban cruzarla. Este tramo de la ciudad simboliza la brutalidad del conflicto y el peligro cotidiano al que se enfrentaban los habitantes de Sarajevo, obligados a correr por sus vidas para conseguir alimentos, agua o simplemente para sobrevivir otro día.

14. El Monte Trebević

Para vistas panorámicas, no hay mejor lugar que el Monte Trebević. Sube a bordo del teleférico que, después de años de inactividad debido a la guerra, fue restaurado y ahora transporta a locales y turistas desde el centro de la ciudad hasta la cima de la montaña en cuestión de minutos. Una vez arriba, te espera una vista espectacular de Sarajevo, un mosaico de tejados rojos, minaretes y cúpulas que se extiende hasta donde alcanza la vista.

15. Pista de Bobsleigh de las Olimpiadas de Invierno de 1984

El Monte Trebević alberga las ruinas de la pista de bobsleigh de las Olimpiadas de Invierno de 1984, un lugar donde la naturaleza ha reclamado su espacio entre las estructuras de hormigón cubiertas de grafitis. Caminar por esta pista es un viaje entre la nostalgia y la esperanza, una experiencia que encapsula la capacidad de Sarajevo para renacer de sus cenizas.

16. La Iglesia de San Antonio de Padua

Ubicada en el distrito de Bistrik, en la parte sur de Sarajevo, la Iglesia de San Antonio de Padua es un testimonio de la herencia católica en la ciudad. Construida a principios del siglo XX, esta iglesia franciscana no solo es un lugar de culto sino también un refugio histórico durante tiempos turbulentos. Durante la Segunda Guerra Mundial, sirvió como un escondite para muchas familias perseguidas. Hoy, su arquitectura neogótica y su interior adornado con vitrales son un recordatorio de la diversidad y la historia compartida de Sarajevo.

17. La Vida Nocturna en BBI Centar

Moderno y vibrante, este centro comercial y de ocio es el lugar para experimentar la Sarajevo contemporánea.

18. El Festival de Cine de Sarajevo

Cada agosto, la ciudad se convierte en un centro cinematográfico internacional. Un evento que celebra la creatividad y la resiliencia.

19. El río Miljacka

Camina junto a sus orillas. El río Miljacka atraviesa Sarajevo de oeste a este, dividiendo la ciudad en dos. A lo largo de sus márgenes, encontrarás puentes históricos como el Puente Latino, el Puente de la Goats Bridge, el más antiguo de la ciudad o el Puente Festina Lente, conocido por su diseño moderno y distintivo.

A medida que recorres su cauce, te adentrarás en la vida cotidiana de la ciudad, con sus mercados, cafés y parques que bordean el río, ofreciendo un vistazo a la interacción constante entre el pasado y el presente en este fascinante destino.

20. La Llama Eterna

Un símbolo de paz y unidad, la llama eterna en el corazón de Sarajevo arde en memoria de los caídos en la Segunda Guerra Mundial. Rodeada de placas conmemorativas, este monumento es un recordatorio constante de la resistencia y la esperanza que definen a esta ciudad resiliente.

Palabras finales

Sarajevo es mucho más que sus monumentos y su historia. Es una ciudad que se siente más que se ve. Es la gente que la habita, las sonrisas que se cruzan en sus calles, las cicatrices que poco a poco van sanando. Es un lugar donde el pasado y el presente se entrelazan, creando una narrativa única que desafía y enriquece a quien la visita.

La invitación está hecha: ve y vive Sarajevo, una ciudad que te recibirá con los brazos abiertos y te dejará con el corazón lleno de recuerdos imborrables.